Desde el principio de los tiempos, el ser humano se ha caracterizado no sólo por su necesidad de comunicarse, sino también de relacionarse. Por eso, el hombre ha desarrollado diversos medios para establecer comunicación y, por ende, relaciones, desde los jeroglíficos hasta los populares social media con los que contamos actualmente.

Sin embargo, siempre nos topamos con alguien que posee dificultades para estrechar lazos con otros. Ese “alguien”, con mucha frecuencia, resulta ser una empresa. Y, ¿qué tiene que ver una empresa en esto de entablar relaciones? Mucho. Si una marca u organización no logra comunicarse eficientemente, tanto a lo interno como a lo externo, ésta se enfrentará a situaciones que le pueden costar su reputación y, por consecuencia, su negocio.

Las comunicaciones empresariales de hoy están marcadas por una integración de varias áreas: el marketing, las relaciones públicas y las comunicaciones como tal. El objetivo es producir mensajes coherentes sobre la empresa o sus marcas para transmitirlos de forma efectiva, a través de diversos medios, acciones y estrategias, de manera que lleguen a su público objetivo y generen fidelidad.

Esto se debe a que, según explica Don Schultz, uno de los padres de las Comunicaciones Integradas de Marketing, los clientes pasaron de sólo escuchar y escoger a responder y hacerse oír ante las empresas. Por esta razón, las cuatro P’s de McCharthy fueron destronadas por las cuatro C’s de Lauterborn: el producto por el consumidor; el precio por el costo; la plaza por la conveniencia de comprar; y la promoción por la comunicación. Adicionalmente, las nuevas tecnologías han jugado un papel fundamental en este proceso, pues ahora los consumidores están más informados que nunca y, por lo tanto, exigen de las organizaciones una atención preferencial y directa.

Simultáneamente, las comunicaciones internas son tan importantes como las externas. A pesar de que una empresa viva de vender un producto o servicio, no significa que deba comunicarse exclusivamente con sus compradores o clientes, dejando de lado a su fuerza laboral, es decir, a quienes crean ese producto/servicio. Es de suma importancia mantener informado al personal sobre su empresa, sus objetivos, metas, valores, etc., pues es su capital humano su principal promotor. Al tener empleados bien informados acerca del quehacer de la organización, tendrá un equipo comprometido que, al mismo tiempo, divulgará sus mensajes claves, haciendo “publicidad” de boca en boca.

Lamentablemente, hoy en día muchas empresas creen que, por tener gerentes que saben comunicarse, también dominan el área de las comunicaciones empresariales. Ni siquiera cuentan con un departamento de esta área en sus empresas o, aún peor, tienen a una agencia que les absorbe el dinero sin ofrecer resultados concretos. ¿Es usted uno de ellos? Esperamos que no.

Mónica De Oliveira

Communications and Marketing Consultant – Value Added Partners

[photo credit: Jonny Goldstein]